El método de producción es sencillo: se recogen a diario las boñigas de elefante, se envasa y se ponen a la venta en la tienda. Se trata de un buen fertilizante para plantas, además de ser bastante original.
Con esta curiosa acción matan dos pájaros de un tiro: eliminan los restos de excrementos del recinto y consiguen unos ingresos extras a coste 0.
Visto en: Emprendedores
