El origen de este deporte parece remontarse a los años 50, en que David Attenborough filmó en Vanuatu algunos jóvenes nativos que se lanzaban con lianas atadas en los tobillos para demostrar su valía.
En el año 1979 Chris Baker se lanzó en Bristol (Inglaterra) con cuerdas elásticas, lo que constituye el primer salto "moderno".
En 1986 el neozelandés A.J. Hackett "creó" este deporte, bautizándolo con el nombre de Bungy Jumping (o Bungee Jumping), y fundó una empresa dedicada a "vender" saltos.
Estableció su primer centro en Kawarau Bridge (cerca de Queenstown, Nueva Zelanda) e ideó unas cuerdas especiales para tal fin. Además, para evitar posibles lesiones, creó un arnés con el cuál se amortiguaba mejor el tirón de la cuerda (antes sólo se ataban de los tobillos, y a menudo podían dislocarlos).
A partir de este momento empezó a abrir puntos de salto por todo el mundo, y se convirtió en la empresa de Bungy Jump más fiable, puesto que debido a las medidas de seguridad (cambian las cuerdas más a menudo de lo normal, tienen muchos profesionales en cada centro, ...) han conseguido no tener accidentes.
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| Kawarau Bridge |
Bungy Jump desde la Sky Tower de Auckland (Nueva Zelanda):
Bungy Jump desde Kawarau Bridge:
Bungy Jump desde Kawarau Bridge:
