No se conoce con certeza el nacimiento de su raza, puesto que al tratarse de un pueblo discreto no suelen constar sus hazañas en los documentos de los Hombres ni de los Elfos.
Se cree que descienden básicamente de los Hombres, aunque con el tiempo su anatomía varió mucho: se convirtieron en gente pequeña, con pelo rizado y habitualmente castaño, de cuerpo más bien grueso y de pies fuertes y peludos.
Había tres clases distintas de Hobbits: Los velludos, los Fuertes y los Albos.
Durante el primer milenio de la Tercera Edad vivían entre las Montañas Nubladas y el Gran Bosque Verde. En el año 1600 se mudaron a la zona actualmente llamada La Comarca, y a partir de ese momento los propios Hobbits crearon un cómputo propio de años, llamado Cómputo de la Comarca (CC).
Se trata de un pueblo apacible y amante de la tranquilidad, por lo que nunca se interesaban por lo que sucedía a lo largo y ancho de la Tierra Media. Grandes amantes de la comida, la bebida y fumar hierba con pipa, sus principales puntos fuertes eran su habilidad con las manos, el saber pasar desapercibidos y en caso de tener que cumplir una misión importante eran capaces de dejar de lado todas sus comodidades para llevarla a cabo, sorprendiendo a menudo al resto de pueblos y al mismísimo Gandalf.
Sin duda los Hobbits actuales más famosos son Bilbo Bolsón y su sobrino Frodo Bolsón, protagonistas de muchas aventuras y piezas clave de la Guerra del Anillo.
No existe un gobierno, si no que todo se suele hacer en grupo y las decisiones dependen más del acuerdo entre familias que de un hobbit con mayor rango.
En sus inicios vivían en cuevas o madrigueras, pero actualmente residen en agujeros hobbit debajo de las colinas o incluso en pequeñas casas de madera.
Sam, Merry, Frodo y Pippin, protagonistas de El Señor de los Anillos |