Entre estos datos se os pregunta si lleváis en el equipaje frutas, alimentos o incluso botas de trekking. Los neozelandeses son grandes conservadores de su entorno, por lo que mediante estos controles quieren evitar la entrada a las islas de semillas de especies de plantas foráneas, que podrían ser potencialmente invasoras.
Tanto si marcáis la casilla de las botas de trekking como si os las detectan en el equipaje, os las harán sacar de las maletas y mirarán con detalle las suelas para ver si hay barro incrustado con semillas o esporas.
Es mejor llevarlas en el equipaje de mano, llevarlas puestas o dejarlas en una maleta que sean fáciles de sacar, para evitar demoras en el aeropuerto (y pasar un poco de vergüenza).
Botas de trekking |